¡Cuidado con la deshidratación durante la actividad física!

Mientras haces deporte, o corres, o luego de una extensa caminata… ¿has sentido mareos, o dolor de cabeza, o se te ha subido la fiebre? ¿Sabes qué es la deshidratación y cómo tratarla?

Deshidratarse es, si descomponemos esta palabra desde su etimología, perder agua. Simplemente eso. Pero fisiológicamente hablando, es un proceso biológico mucho más complejo y que puede presentar muchísimos síntomas. Es una afección que puede tornarse grave si no se toman las medidas correctas en el momento correcto.

Y no, no es algo que dependa únicamente de tomar líquido durante la actividad deportiva. Va más allá. Para evitarla debes partir, en todos los casos, de una correcta alimentación. Si te gusta el trekking, el senderismo, el montañismo, o practicas cualquier disciplina deportiva, te invitamos a que leas esto.

En este artículo nos enfocaremos en aquellas causas que se deriven directamente de la actividad física. No nos detendremos en aquellos motivos de deshidratación fruto de un padecimiento médico preexistente o de algún otro tipo.

¿Por qué nos deshidratamos?

Nuestro cuerpo está compuesto, en gran medida, por líquidos que nos permiten, entre otras cosas, mantener regulada la temperatura interna. El agua que llevamos hace que se disminuya el calor que se produce en los músculos con las exigencias de la vida cotidiana. Y si estas actividades son más intensas, como en la práctica de algún deporte, pues también las cantidades de agua requeridas son mayores.

La más visible de las evidencias que podemos encontrar de lo anterior es la sudoración. La principal causa de esta es, como hemos dicho, la actividad deportiva, pero también hay factores externos, como las altas temperaturas.

Sudar es la manera que tiene nuestro cuerpo de refrescar la piel, que es el músculo más grande del ser humano. Entonces, si no somos conscientes de ello y nos excedemos en nuestras actividades, el cuerpo no tendrá cómo reponer esos líquidos exhalados y es ahí cuando aparece la deshidratación.

Esto puede sucedernos una vez, a lo sumo dos o tres. Puede suceder que olvidemos el termo con agua o que concentrados en la actividad física, pasemos por alto la sed que estamos sintiendo. Pero si es nuestra costumbre practicar deporte sin estar hidratándonos constantemente, a largo plazo podríamos enfrentarnos a padecimientos graves que requieran de la intervención de un especialista.

Veamos ahora cuáles otras razones pueden desatar una deshidratación a la hora de la práctica deportiva.

Causas:

  • Comidas altas en sal antes de practicar deporte. Como ya hemos dicho, no solo del agua depende que nuestro cuerpo se mantenga hidratado. Cuando en nuestra dieta ingerimos grandes cantidades de sal hacemos que nuestro organismo retenga líquidos. Y así no nos permitimos una sudoración correcta, ni le permitimos al cuerpo destinar los líquidos al propósito de mantenernos estables durante el deporte.

Pero atención: esto sucede únicamente cuando las cantidades de sal que ponemos en nuestra comida exceden las que ingerimos habitualmente. De hecho, practicando deporte también perdemos elementos vitales para nuestro cuerpo, elementos que se encuentran en la sal. Entonces la fórmula es muy simple: sal sí, pero no en exceso.

  • Ingerir alcohol en días previos a la actividad física. Las bebidas alcohólicas, sean en cantidades excesivas o moderadas, se consideran sustancias diuréticas. Es por ello que, en las fiestas o eventos sociales, notamos que cada vez vamos al baño con más frecuencia para orinar. Esto sucede porque el alcohol funciona como inhibidor de la hormona antidiurética, que sirve para retener líquidos en nuestros riñones.  

Esto explica las razones por las cuales, al día siguiente de una fiesta donde ingerimos alcohol, experimentamos eso que llaman resaca. Ese malestar que gran parte de las veces se manifiesta en forma de dolor de cabeza, mareos, resequedad, entre otros, no es más que nuestro organismo pidiéndonos los líquidos que perdió la noche anterior.

Y ahora, si sumamos el líquido perdido en la fiesta al líquido que perderemos en la actividad deportiva, podríamos enfrentarnos a un caso grave de deshidratación. Por eso te aconsejamos no acercarte mucho a las copas ni antes ni después de exigirte en el campo de juego.

  • Padecer alguna afección médica reciente. Tampoco conviene salir a las caminatas o trekkings, ni a actividad física alguna, luego de haber estado enfermo los días anteriores. Es importante tenerlo en cuenta, porque muchas de las enfermedades más comunes, como la gripa o la gastroenteritis viral, en casi todos los casos producen fiebre, diarrea o vómito. Tres síntomas cuyo factor común son la pérdida de líquidos y sales en exceso. La falta de ambos elementos, si la persona no sabe reponer a tiempo y de manera adecuada, puede generar deshidratación.

Es por eso que si a la pérdida de líquidos derivada de la enfermedad reciente, le adicionamos la pérdida por la sudoración y la temperatura de los músculos, podríamos enfrentar un cuadro grave de deshidratación. Es mejor darte unos días de reposo antes de regresar al campo de juego o a la actividad física. Un cuerpo sano, no tardará mucho en recuperarse.

¿Cómo sé que estoy deshidratado?

Entre los síntomas más frecuentes de deshidratación luego de la actividad deportiva, están la boca seca, mareos o dolor de cabeza. También puedes notarlo si al ir al baño para orinar, percibes que el color de la orina tiende a ser más oscuro. Y, desde luego, el síntoma más evidente siempre será la sed excesiva durante y después de practicar tu deporte, sobre todo cuando se hace bajo el sol.

De todos modos, los síntomas a los que acabamos de hacer referencia son los más normales y comunes cuando practicas deporte, y tomando agua como lo haces habitualmente estarás repuesto en unas horas cuando mucho.

¿Cuándo debo preocuparme?

Cuando los síntomas anteriores se agudicen y duren más de lo normal. Se considera una deshidratación como grave cuando pierdes más del 10% del agua del cuerpo, lo que se manifiesta con ritmo cardiaco acelerado (taquicardia), falta de sudoración, fiebre excesiva, resequedad de la piel, baja presión arterial, incluso hasta desmayos. Si esto te sucede, no dudes en consultar a tu médico lo antes posible.

Te dejamos acá un guía corta pero muy completa sobre todo lo que debes saber acerca de la deshidratación: https://www.youtube.com/watch?v=cbo-7r_Jsgc

Carlos Pineda

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