Tren express Santiago-Chillán
Llegué a la Estación Central muy temprano, cuando aún no amanecía y apenas se veían unos pocos peatones en la calle. Fui en metro, porque no hay dónde estacionar cerca a esa hora (más tarde se abren los estacionamientos de un centro comercial).
Como ya había comprado mi pasaje (los consigues en www.efe.cl o directamente en la boletería), fui directo al andén. Llevaba dos mochilas y antes de abordar el tren descubrí que sólo se puede llevar un equipaje por boleto. Me enteré también que tiene un tamaño y peso límite (como en las aerolíneas), así que debí pagar un dinero extra.
Una vez arriba del tren, se me olvidó el mal rato: el tren es precioso, amplio, cómodo y no muy largo (lo que facilita encontrar tu asiento), así que dejé mi mochila XL en el portaequipajes y me senté a disfrutar del viaje.
He viajado en trenes desde la India a Europa y éste no tiene nada que envidiarles. Tiene asientos reclinables, portaequipaje superior, ganchos para colgar tu ropa de abrigo y baños amplios en cada vagón. Además, cuenta con un ambiente climatizado que se agradecía a esa fría hora de la mañana, mientras dentro del tren disfrutábamos unos agradables 22 grados.
Es importante destacar que la salida fue puntualísima, así que es mejor llegar unos 20 minutos antes para buscar tu vagón y asiento con calma.
Cada asiento cuenta con conexión USB y mesita, así que se puede ir trabajando o leyendo un buen libro. Yo, en cambio, me fui disfrutando los bellos paisajes de Chile central mientras escuchaba buena música. Y aunque aún no hay wifi disponible, sí tiene una completa y hermosa cafetería donde desayunar o disfrutar algo rico mientras viajas.
El tren es nuevo y el más rápido de Sudamérica, y tarda poco más de 4 horas en recorrer los casi 400 kms que separan Santiago de Chillán. Solo se detiene en las estaciones de Rancagua y Talca y se espera que en el futuro demore menos, cuando finalicen las reparaciones en algunos tramos de la ruta. Más info del tren express aquí.
Estación de trenes de Chillán
Llegamos apenas pasadas las 11 am a Chillán. Hacía frío pero con sol, así que preferí caminar hasta la Terminal Rural La Merced, lo que me tomó unos 20 minutos. Tranquilos, que también se puede tomar una micro (bus local) o alguno de los muchos taxis que esperan a los pasajeros fuera de la estación.
Desde la Terminal La Merced (Arturo Prat 828) salen los buses hacia las diferentes localidades rurales de la región del Ñuble. Está muy bien ubicada, muy cerca del Mercado de Chillán, uno de los más famosos del sur de Chile. Puedes hacer una parada ahí para comer o comprar delicias y artesanías locales, o simplemente para disfrutar el bullicio de la gente, los llamados de los vendedores y el colorido tan típico de los mercados latinoamericanos.
En Chillán famosas son las longanizas, la especialidad de la zona. Son unos embutidos artesanales de cerdo muy sabrosos que se acompañan con puré, arroz o papas, y que a los chilenos nos transportan al campo, los valles centrales y las casonas de adobe. Por eso, si no alcanzas a probarlas en el mercado, te recomiendo llevarte unas cuantas y cocinarlas en tu destino. ¡Son perfectas para hacer choripán!
Bus a Pinto, Las Trancas, Termas y Nevados de Chillán
La línea REM Bus tiene buses a que van a Pinto, Las Trancas y las Termas de Chillán, los que salen cada 1.5 o 2 horas. Van haciendo paradas en los diferentes pueblos camino a los Nevados de Chillán. Puedes revisar los precios y horarios en www.busesrembus.cl, los que cambian de acuerdo con las temporadas de verano e invierno.
El bus sale del andén 10 y es cómodo y seguro. Demora 1 hora 20 minutos, aproximadamente, hasta el Valle Las Trancas y unos 35 minutos más hasta las Termas. El pasaje se paga al conductor al momento de bajar.
No te asustes si la fila es muy larga o si el bus se llena. Recuerda que es un bus local y que muchas personas se bajan muy pronto. Y si hay muchos pasajeros, ¡llaman otro bus y listo!
El viaje se disfruta mucho, especialmente cuando empiezas a ver los bosques y más adelante las montañas. Como ahora es otoño, las tonalidades amarillas y rojizas se mezclan con los muchos verdes, y el azul del cielo se interrumpe con enormes y blancas nubes.
Para mí era mi primera vez en la montaña, y eso que soy chilena. Ésta es la tierra de mi abuela paterna y me hace mucha ilusión visitarla. He oído hermosas historias y sé que hay mucho por recorrer y muchas actividades para hacer, así que llego cargada de curiosidad y mucha energía, a llenarme de aire puro los pulmones y darme baños de bosque.
Conoce más actividades aquí:
Caminatas y senderismos en Valle Las Trancas
Ruta de las cascadas
Consejos prácticos para tu estadía
